Cuando se usan corticoides en formas
inyectables retardadas de manera reiterada en perros, incluso tras la
aplicación continua de corticoides orales, los signos principales que aparecen
son poliuria, polidipsia, polifagia, cambios en el comportamiento, inquietud
y/o jadeo.
A largo plazo pueden provocar
obesidad, debilidad, roturas de ligamentos y Síndrome de Cushing por iatrogenia, además de favorecer la presentación de
diabetes mellitus y enfermedades hepáticas, e incrementar las probabilidades
del paciente a verse afectado por infecciones (especialmente infecciones de
orina y piodermas).
La producción de orina habitual en
perros es 26-44 ml/kg/día, por lo que un aumento por encima será signo de
poliuria; el consumo de agua habitual en perros es entre 60-90 ml/kg/día,
aunque este valorpuede variar mucho en función de condiciones ambientales, tipo
de comida, etc. En cuanto al aumento del apetito, se hace patente al observar
que las ingestas vienen acompañadasde ansiedad y desesperación.
Signos clínicos tras tratamiento con
corticoides inyectables
Además de las mencionadas polifagia,
poliuria y polidipsia, el animal suele presentar jadeo en exceso, ansiedad,
pelo y piel secos, encías y trufa secas, zona lumbar fría y deprimida lengua
roja y reseca y pulso fino y rápido.
En cuanto
al tratamientoacupuntural, las sesiones pueden hacerse una vez a
la semana y normalmente tras tres o cuatro sesioneslos signos principales
remiten por completo y la hidratación general se recupera, obteniendo mejoría
sobre todo en la sequedad de boca y la humectación de la trufa.
La ansiedad también se ve reducida y
mejoran los aspectos relacionados con las obsesiones del animal, ganando de
este modo en calidad de vida. No
obstante, es recomendable hacer un seguimiento, ya sea mensual o –al menos-
trimestral con el objetivo de controlar la evolución y reforzar la energía que
ha podido verse afectada.
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