19 de diciembre de 2013

La Moxibustión es eficaz para corregir la malposición fetal

 Un estudio de E. Munoz Selles, et al demuestra la eficacia de la aplicación de moxibustión para corregir la malposición fetal y la ausencia de efectos secundarios.
La técnica consistió en la colocación de un palillo incandescente de Artemisia vulgaris a unos pocos centímetros del punto de acupuntura Zhiyin (punto 67 del meridiano de vejiga, ubicado en la base externa de la una del quinto dedo del pie). En este estudio se logró un 77,8% de presentaciones cefálicas mediante la aplicación de la terapia (porcentaje superior al de la versión cefálica espontánea).
Consideramos que el porcentaje podría haber sido mayor si todas las gestantes incluidas en el estudio hubieran realizado la técnica de la forma aconsejada.
 

 
 
Si el número de presentaciones de nalgas a término pudiera reducirse, se produciría una disminución en el número de cesáreas electivas y en el número de cesáreas que inician el proceso de parto antes de la fecha acordada para su realización. Se puede reducir el gasto de la estancia hospitalaria, ya que un parto vaginal requiere menor tiempo de ingreso, con el consecuente ahorro de recursos materiales, humanos y económicos que ello comporta.
En cuanto a las limitaciones del estudio, cabe mencionar el reducido tamaño muestral (En el estudio participaron 18 gestantes de más de 32 semanas de embarazo), aunque corresponde a todos los casos disponibles. Respecto al cumplimiento del tratamiento, no hubo forma de comprobar la veracidad de lo que las gestantes manifestaron verbalmente.
Es una terapia no invasiva y puede ser autoadministrada por la mujer. Se trata, por tanto, de una técnica sencilla, rentable y que no requiere ninguna intervención médica. Los resultados del estudio parecen sugerir que la moxibustión mejora la posibilidad de un parto vaginal para las embarazadas.
 

11 de diciembre de 2013

Origen de las agujas de acupuntura y la moxibustión.


El uso de utensilios de piedra punzantes denominados agujas de piedra se considera el origen de los utensilios médicos más antiguos, así como de la acupuntura. En la obra “Clásico de Montañas y Mares” se recuerda que las capas altas de las montañas son abundantes en Jade, mientras que las capas inferiores contienen piedras aptas para fabricar agujas. Por experiencia, se aprende que presionando con estas piedras sobre determinados partes del cuerpo se calman síntomas o se curan enfermedades. Descubrimientos arqueológicos procedentes de enclaves anteriores a la cultura Longshan, en las provincias de Shandong y Henan, demuestran que se utilizaban agujas de piedra para tratar carbúnculos, que eran frecuentes en la zona a causa de la alimentación rica en alimentos de procedencia marina y alimentos salados.




Aguja de acupuntura de piedra.
Fuente: Modificado a partir de An Illustrated History of Acupuncture and moxibustion, p.14.





El paso de agujas de piedra a metálicas se produjo después de la invención del yunque en la época en que la industria de la fundición del hierro estaba en pleno desarrollo. De acuerdo a investigaciones recientes en el campo de la historia de la metalurgia en China, su desarrollo no se produjo hasta que las técnicas de producción de cerámica evolucionaron lo suficiente como para proveer las condiciones favorables para el control de las técnicas de la fundición del hierro a altas temperaturas, y su posterior moldeado. Entre la dinastía Shāng, y la dinastía Zhōu del Oeste se tenía la capacidad de fundir el bronce, el estaño, la hojalata, el plomo y el oro, mientras que en el periodo de “Primavera y Otoño” ya se podía producir hierro.



 Aguja de acupuntura de bronce.
Fuente: Modificado a partir de An Illustrated History of Acupuncture and moxibustion, p. 14.


La evolución en la manufactura de agujas fue constante, como así lo demuestra la gran cantidad de agujas de oro y plata procedente del yacimiento arqueológico de la tumba del emperador Jing, dinastía Han del Este, en la provincia de Hebei. Los “9 Tipos de Agujas” clásicos se describen por primera vez en el Lingshu, así como los usos y técnicas asociadas a cada tipo de aguja, aunque su utilización podría haberse producido con anterioridad.


En cuanto a la moxibustión, podría haberse originado en épocas primitivas con el dominio del uso del fuego y el descubrimiento de la cauterización. En el Suwen Yi Fa Fang Yi Lun se dice que la moxibustión podría haberse originado en las provincias del norte como un tratamiento de las patologías provocadas por el frío, según el principio de dispersar el Frío mediante el Calor. En el mismo texto se señala que “calentar mediante el uso de conos de moxa se conoce como moxibustión”. A través de la experiencia se llega a la conclusión que las hojas de artemisa son las mejores para practicar la moxibustión y que su efecto mejora si se conservan como mínimo 3 años antes de usarlas. Aunque la artemisa fue la planta más utilizada para realizar la moxibustión, en la antigüedad también se utilizaron otras materias como diferentes tipos de madera (pino, ciprés, naranjo, olmo, morera y palmera datilera).

Fuente: Estudios Superiores de MTC