La especia conocida popularmente como canela, originaria de Asia, se extrae de la corteza de la especie Cinamomum verum, árbol de hoja perenne que puede llegar a alcanzar los quince metros de altura y al que, además de sus usos culinarios, la Medicina Tradicional China le atribuye acciones medicinales.
En ese sentido cabe distinguir dos partes de la canela, por un lado la corteza del árbol, parte comercializada en Europa y a la que sin mucho acierto se la llama “canela en rama” al tomar un aspecto similar a éstas; su acción terapéutica destaca por su capacidad para calentar el cuerpo, mejorar la circulación y aliviar los dolores.
Algunos de las afecciones por frío que se tratan mediante corteza de canela son: el dolor torácico, la ausencia de menstruación o el dolor durante la misma, los reumatismos o el dolor y debilidad en la zona lumbar, entre otras…
Por otro lado se encuentran las ramitas del árbol, cuya propiedad principal según la Medicina China es la de provocar una sudoración suave, por lo que es de gran ayuda en la resolución de resfriados por frío. Comparte algunas de las acciones con la corteza pero lo hace con menor contundencia. No obstante es efectiva en casos de edemas en la parte inferior del cuerpo, dolor al orinar, mareos y palpitaciones.
En cuanto al modo al que se encuentra a nuestro alcance, lo habitual es dar con ella en corteza o en polvo (es la misma parte), aunque también hay en el mercado distintos preparados a base de canela o que la incluyan en su composición, unos por el aspecto terapéutico –jarabes, gotas, cápsulas, ungüentos, aceites esenciales, jabones- y otros por el aspecto gastronómico, como pueden ser galletas, chocolates, caramelos, leche merengada o arroz con leche.
Su característico aroma y sus propiedades medicinales hacen de la canela un recurso interesante para la cocina y una herramienta irrechazable para la fitoterapia china.
En ese sentido cabe distinguir dos partes de la canela, por un lado la corteza del árbol, parte comercializada en Europa y a la que sin mucho acierto se la llama “canela en rama” al tomar un aspecto similar a éstas; su acción terapéutica destaca por su capacidad para calentar el cuerpo, mejorar la circulación y aliviar los dolores.
Algunos de las afecciones por frío que se tratan mediante corteza de canela son: el dolor torácico, la ausencia de menstruación o el dolor durante la misma, los reumatismos o el dolor y debilidad en la zona lumbar, entre otras…
Por otro lado se encuentran las ramitas del árbol, cuya propiedad principal según la Medicina China es la de provocar una sudoración suave, por lo que es de gran ayuda en la resolución de resfriados por frío. Comparte algunas de las acciones con la corteza pero lo hace con menor contundencia. No obstante es efectiva en casos de edemas en la parte inferior del cuerpo, dolor al orinar, mareos y palpitaciones.
En cuanto al modo al que se encuentra a nuestro alcance, lo habitual es dar con ella en corteza o en polvo (es la misma parte), aunque también hay en el mercado distintos preparados a base de canela o que la incluyan en su composición, unos por el aspecto terapéutico –jarabes, gotas, cápsulas, ungüentos, aceites esenciales, jabones- y otros por el aspecto gastronómico, como pueden ser galletas, chocolates, caramelos, leche merengada o arroz con leche.
Su característico aroma y sus propiedades medicinales hacen de la canela un recurso interesante para la cocina y una herramienta irrechazable para la fitoterapia china.
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