13 de febrero de 2015

Terapia con ventosas

Esta técnica es un recurso terapéutico más dentro de la Medicina Tradicional China, a partir de la cual pueden resolverse afecciones diversas o ayudar a otras terapias y técnicas a preservar y devolver la salud de los pacientes. 

Las ventosas son recipientes similares a vasos, fabricados en materiales diversospero máscomúnmente en vidrio, bambú o plástico y diseñados para realizar el vacío sobre la piel del paciente sin dañar la misma. 

El vacío se puede realizar mediante la combustión del oxígeno que se acumula dentro de la ventosa, por ejemplo aplicando fuego de forma controlada (método tradicional), o extrayendo el aire con una bomba de succión (método moderno), lo que serán las “ventosas de pera”. 


El estímulo de las ventosas incide sobre la piel y ésta contiene numerosos vasos sanguíneos, sangre, líquidos orgánicos, tejido conectivo, músculos e innumerables terminaciones nerviosas, por lo que posee una importante influencia en la circulación tanto de la energía como de la sangre.

En cuanto a las acciones de las ventosas, presentan efectos revulsivos (inflamación externa para eliminar un problema interno), efectos relajantes de la musculatura, efecto analgésico (combate el dolor), hiperemia local, eliminan factores patógenos sobretodo Frío y Humedad, activan la circulación de sangre, estimulan el metabolismo, mejoran los endones, regulan el sistema nervioso, etc. 

Así,su uso está muy extendido para afecciones como: reumatismos, resfriado, tos, asma, dismenorrea, estreñimiento, fiebre, parálisis facial, entumecimiento de las extremidades…. 

Las ventosas pueden utilizarse conjuntamente con alcoholes o licores medicinales. Este refuerzo terapéutico consigue que el licor penetre a través de los poros y los puntos de acupuntura, resolviendo ataques de Frío que acaban afectando a las articulaciones, tendones y huesos.


No obstante, existen algunas situaciones donde su aplicación está contraindicada, como por ejemplo: en casos de excesivo cansancio, debilidad, estando en ayunas, fiebre alta acompañada de convulsiones y/o espasmos, sobre fracturas, cortes y/o úlceras, y en el abdomen y la región lumbosacra de mujeres embarazadas o durante su menstruación. Del mismo modo, tampoco se usan en zonas cercanas a los ojos, la nariz, las orejas, vasos sanguíneos importantes (cuello o zona precordial, por ejemplo) o genitales.

Al final de la sesión, la zona tratada puede aparecer enrojecida o amoratada por la presencia de la sangre a un nivel más superficial, circunstancia que remite a los pocos días y que carece de importancia si se valoran los beneficios que aporta la técnica en cuestión.

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