El nombre “moxa” es un anglicismo de
la palabra japonesa “MOGUSA”, que significa “combustión de hierbas”. Esta
práctica consiste en quemar cigarros y conos medicinales, sobre o cerca del
cuerpo.
No obstante, se dice que se originó
al norte de China hace no menos de 3.000 años y que se quemaba sobre los puntos
de acupuntura mucho antes de que existieran las agujas. Hoy la moxa es
utilizada para tratar o ayudar en el tratamiento de una amplia gama de afecciones
como la alteración crónica digestiva, problemas menstruales, problemas
reproductivos y enfermedades avanzadas como tuberculosis, enfermedad de Lyme o
cáncer.
Medicina primaria
La moxa no ha sido investigada tanto
como la acupuntura, pero la literatura disponible muestra sus efectos positivos
para la sangre, el sistema inmunológico, y la regeneración de los tejidos. Un
estudio de 1998 publicado en el Journal of the American Medical
Association, encontró que el 75 por ciento de las mujeres embarazadas
pudieron llevar sus fetos a la posición normal con moxa,
aplicada sobre un punto de acupuntura localizado en el dedo meñique del pie.
Aunque la moxa puede
ser considerada como una parte menor de la medicina china en Occidente, los
médicos antiguos la tenían en alta estima. En el Nei Jing, un
texto fundamental de la medicina china - se dice que
la moxa, puede hacer “lo que la aguja no puede” y algunos
practicantes modernos están tomando en serio esta antigua noción.
La artemisa
La Moxa es hecha de una hierba llamada
artemisa (Artemisia vulgaris), la cual es prescrita a menudo en la
medicina herbal para dolencias uterinas, como el dolor de parto, dolores
menstruales y sangrado abundante, así como en trastornos digestivos, hormonales
y circulatorios. Para su uso en la moxibustión, la artemisa se
transforma en un material esponjoso llamado lana moxa.
El humo de la artemisa tiene un
efecto calmante sobre el sistema nervioso. Una vez que los pacientes superan el
olor, en realidad pueden disfrutarlo. La Moxa puede beneficiar a
todos, pero hay momentos en que no es aconsejable, por ejemplo, cuando se tiene
fiebre, infección, eczema, u otros signos de exceso de calor. Los puntos en el
abdomen y en la parte inferior de la espalda deben evitarse en las primeras
etapas del embarazo.
Por otro lado, las técnicas de Moxa se
dividen en dos categorías: directas e indirectas. El método directo requiere de
un médico experto que directamente queme sobre la piel. Con el método indirecto
se lleva a cabo aproximadamente a una pulgada del cuerpo, con brasas calientes
de moxa.
El método indirecto es fácil de
aprender, muchas veces un médico puede dar al paciente un cigarro de moxa para
que lo sostenga en un punto de acupuntura y continúe el tratamiento en su casa.
Se debe mantener el calor sobre el punto prescrito y retirarlo cuando se caliente
demasiado. Una vez la zona se enfríe se puede reanudar el tratamiento, aunque
lo usual es que una sesión dure entre 5 y 10 minutos.
Fuente:
lagranepoca
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