En las sociedades occidentales se
suele hablar de terapias manuales -o más comúnmente de masajes- para hacer
referencia a las técnicas destinadas al restablecimiento del organismo a partir
de la aplicación de maniobras específicas en la superficie corporal.
En este sentido, la Medicina
Tradicional China cuenta con una disciplina, el Tuina, que se erige como un
método de tratamiento propio empleado con éxito en especialidades como:
traumatología, reumatología, medicina interna, ginecología e incluso pediatría, disciplina para la que cuenta con maniobras adaptadas especialmente.
A nivel general, entre las
afecciones más usualmente resueltas con unas pocas sesiones de Tuina se pueden encontrar cefaleas, diarrea, estreñimiento, dolor menstrual, insomnio; en
cambio, a nivel pediátrico los problemas más comunes tratados por esta técnica
milenaria son: estancamientos alimentarios, fiebre y tortícolis, aunque también
cuenta con cierta capacidad para regular la defecación, tanto en estreñimiento
como en descomposiciones.
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