15 de abril de 2014

Estudiar medicina china y acupuntura, una buena elección

Por Juan Manuel Valle Torres

Inicié mi relación con la Medicina Tradicional China por una llamada a mi móvil mientras conducía, en la que se pe preguntaba si estaba interesado en estudiar acupuntura. Me extrañó que conociera mi móvil, pues no lo doy a desconocidos, y le dije que no podía atenderla en ese momento, y le proporcione, mientras seguía conduciendo, mi dirección de correo. A los días recibí un correo desde la sede de la Escuela Superior de Medicina Tradicional China  de Valencia  dándome todo detalle de cómo podía estudiar acupuntura, a la que siempre, junto a la cultura oriental, me había sentido atraído. Por mi trabajo, como profesor de Biología en educación de personas adultas, tenía un horario muy flexible y compatible con la forma de estudiar que ofrecía la Escuela, por lo que decidí, “que nunca es tarde, si la dicha es buena”,  y nada mejor que estudiar y quizás poder ejercer, una de las disciplinas curativas más antigua y afanada del mundo.
Hice los estudios de medicina china y acupuntura en la sede de Madrid, viajando mensualmente desde Málaga y hace un año he abierto una consulta en La Línea de la Concepción, junto a Gibraltar, un área metropolitana que incluye Algeciras, que junto a la cercana Marbella y la Costa del Sol,  poseen un potencial de personas, mayoritariamente extranjeros, que demandan la acupuntura.
En el tiempo que llevo ejerciendo, no paro de sorprenderme de la enorme potencia terapéutica de la acupuntura, principalmente para patologías agudas y  junto con la fitoterapia china para patologías más cronificadas.
Como biólogo el concepto del Qi o de la antigua “fuerza vital” de los Alquimistas,  es algo fundamental para comprender la organización y el funcionamiento del millones y millones de células, agrupadas en órganos, y aparatos, que constituyen el cuerpo de un organismo pluricelular, ya que la sola existencia de cables (nervios) y tuberías (venas y arterias), no basta para entender el prodigio de coordinación que constituye el cuerpo humano. El Qi es como es como la wifi, o la energía inalámbrica (ondas de radio, TV y telefonía) que conecta a las ciudades del mundo y nos hace ser  y funcionar como Humanidad en la Tierra.
No quise saber cómo consiguió mi teléfono la administrativa que me llamó aquel día, dejando que el misterio ronde el comienzo y andadura por esta nueva etapa de mi vida. ¿Acaso no es un Misterio aún más grande, el Universo que nos rodea y nuestra presencia en él?
 
Juan Manuel Valle Torres. Director de Centro de Acupuntura Taiyin
 
 
Más información Escuela Superior de MTC

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