Mucha es la gente que cree que la acupuntura es dolorosa provocando una aprehensión hacia esta técnica milenaria.
Debemos explicar que la acupuntura se realiza, no con agujas de "coser", ni las que se pueden utilizar en los analisis o inyectables, por ejemplo.
Las agujas són finas, casi como el grosor de un cabello, y diseñadas especialmente para este acometido. Suelen ser de acero inoxidable aunque también las hay en cobre, plata o oro.
La sensación de la aguja depende tanto del profesional como del estado de relajación del paciente, que no pasará de un pequeño pellizco o hormigueo que desaparece rápidamente.
Actualmente se suelen utilizar agujas desechables para garantizar la imprescindible garantía de higiene y el hecho de que no sean de repetido uso, garantiza también que no habrá desgaste en la aguja, hecho que también hará que la sensación de aguja no sea desagradable como podría serlo en una aguja reutilizada y despuntada.
Después de superar rápidamente las primeras capas de la piel, el profesional experimentado buscará el efecto "QI". Este es una sensación expresada en un ligero dolor o calambre, garantía de la acción terapéutica de la acupuntura bien aplicada.
En cuanto a la producción de lesiones internas es prácticament descartable si estamos en manos expertas.
Así pues debemos confiar en la acupuntura por tratarse de poseer una excelente acción en multitud de enfermedades siempre que nos pongamos en buenas manos.
Si estáis decididos en probarlo, podéis visitar las Clínicas Guang An Men.
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