Cuando afecta el cáncer, células anormales se multiplican
sin control y pueden invadir los tejidos cercanos. Las células del cáncer
también se pueden diseminar hasta otras partes del cuerpo a través
del torrente sanguíneo y el sistema linfático. La cirugía,
quimioterapia y radioterapia son los métodos principales dentro de
la medicina occidental actual para combatir el cáncer, pero debido a
su inespecificidad dañan las células y tejidos normales al tiempo que matan
a las cancerígenas, provocando una serie de efectos secundarios que pueden
obligar a la interrupción de dichos tratamientos, mermando por tanto la
eficacia terapéutica, de allí la importancia de encontrar métodos efectivos
para reducir los efectos nocivos procedentes de los tratamientos
anticancerígenos en la medicina moderna.
En este terreno, la acupuntura y la fitoterapia tradicional
china ha demostrado gran capacidad para reducir las reacciones adversas
generales por la radioterapia y quimioterapia, tanto a nivel
gastrointestinal como en medulodepresión, etc...
Evitan
eficazmente la aparición del cáncer: a pesar de que la
medicina china no se especializa en el tratamiento del cáncer “visible”,
sí ofrece amplias soluciones para prevenir la formación de los tumores,
evitar recaídas tras la curación del cáncer, así como sostener una
convivencia pacífica con tumores existentes. Una de las características
fundamentales de la medicina china es su visión global del cuerpo humano,
y la clave de los tratamientos anticancerosos es la regulación del mismo. La
evolución del cáncer suele ser de larga evolución, lo que ofrece un margen
considerable para la prevención y tratamiento, especialmente en el sentido
de invertir la tendencia evolutiva antes de la formación física de los
tumores, la medicina china es totalmente capaz de lograrlo.
Son
un buen complemento para la medicina occidental:
puede aumentar el éxito de las intervenciones quirúrgicas, reducir las
complicaciones y enfermedades secundarias, reducir la toxicidad de la
quimioterapia y radioterapia, a la vez que aumentar su eficacia, mejorar
el funcionamiento orgánico general, regular la inmunidad. La aplicación de
fitoterapia china serviría para evitar las recaídas, la metástasis
y estabilizar los resultados, una vez remitida la enfermedad tras la
intervención quirúrgica, quimioterapia o radioterapia.
Poseen poder curativo directo: en algunos casos de difícil solución para el tiempo actual, como son cáncer de hígado, páncreas, conducto biliar o tumor cerebral, así como otros en fase media-final tras la recaída o metástasis, con la acupuntura y fitoterapia china bien formuladas, pueden lograrse resultados inesperados, mediante la potenciación de la inmunidad e incitación a la diferenciación y muerte de las células cancerígenas. En resumida cuenta, la medicina china juega un papel importante en la reducción de la incidencia y mortalidad por el cáncer, y muestra evidentes ventajas en reducir los efectos secundarios y tóxicos por la quimioterapia y radioterapia.
Fuente: Fundación Europea de Medicina
Tradicional China
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