La acupuntura es una de sus técnicas más conocidas. Su eficacia
está avalada por la Organización Mundial de la Salud en numerosas enfermedades
y dolencias, pero, ¿ha oído hablar de la moxibustión, el Tui Na o el Chi Kung?
Conoce la otra cara de esta medicina milenaria.
EPA/ How Hwee Young
La acupuntura es la especialidad de la medicina tradicional
china que más ha impactado en Occidente; de hecho la Organización Mundial de la
Salud (OMS) en su informe “Acupuntura: Revisión y análisis de informes sobre ensayos
clínicos controlados”, recoge todos aquellos
síntomas y afecciones en las que ha sido probada su eficacia.
Sin embargo, la medicina china es algo más que agujas.
La fitoterapia, el Tui Na, la regulación de los hábitos
dietéticos, prácticas de Chi Kung o la moxibustión son otras ramas de una
medicina considerada como terapia alternativa pero que tiene más de 4.000 años
de existencia.
La
medicina tradicional china se basa según el doctor Carlos Llopis, secretario de
la Fundación Europea de Medicina China, en regular energías internas que hay en
el cuerpo buscando un equilibrio entre el individuo y el exterior.
El doctor en farmacia Carlos Llopis cuenta a EFEsalud en que
consiste cada una de las técnicas que forman la medicina tradicional china:
Fitoterapia. Consiste en el uso de plantas medicinales
para conseguir una regulación del cuerpo o de las partes que se encuentran
alteradas. La diferencia con la fitoterapia occidental es que no solo son
importantes sus principios activos si no que también se tiene en cuenta por
ejemplo el sabor y las reacciones determinadas que
tiene este en el organismo.
“Los ingredientes
principales son plantas medicinales, aunque antiguamente también se utilizaban
otros elementos como partes de animales o minerales como el yeso y el talco”,
añade Llopis.
Tui Na.
Son terapias manuales que buscan la acción en
determinados puntos energéticos. Su aplicación tiene numerosos beneficios para
la circulación sanguínea, los músculos o las articulaciones pero también para
problemas internos como la eneuresis infantil, para ayudar a controlar la
perdida de orina involuntaria.
El Chi Kung o Qi Gong es la realización de movimientos muy pausados
en el que el objetivo final es mejorar la circulación energética trabajando con
cuerpo, mente y respiración. La gran ventaja que ofrece es que lo pueden
realizar tanto personas de avanzada edad como jóvenes porque no supone un gran
esfuerzo al practicante y ayuda a mantener lubricadas todas las articulaciones.
Acupuntura. Consiste en la inserción de unas finas agujas
en ciertos puntos claves de unos canales que recorren el cuerpo y que regulan
el equilibrio energético del organismo.
Moxibustión. Actúa en estos mismos puntos pero aplicando
calor local mediante puros de artemisia y ventosas. La moxa
suele venir preparada y triturada para que se puede hacer una masa y aplicarla
en una aguja acupuntural o bien en puros de moxa, que se acercan a la piel, sin
producir prácticamente ceniza.
EFE/ Mark.
El doctor Carlos Llopis afirma que el perfil del usuario de esta
medicina ha evolucionado en las últimas décadas. “Hace veinte años la persona
que buscaba esta medicina lo hacía como última opción, pero ahora la población
la busca directamente, bien porque ha oído hablar a algún familiar o amigo
sobre ella o porque se ha informado personalmente”, asegura.
En cuanto a la formación, las cosas han cambiado. La
Fundación Europea de Medicina Tradicional China lleva
veintitrés años trabajando en la difusión, docencia, investigación y defensa de
la práctica de la medicina china en España y Europa, con el aval de numerosas
instituciones y universidades de medicina china.
Llopis comenta que empezaron con cursos en colaboración con la Universidad
de Beijing y Yunan con 15 alumnos; “en la actualidad tenemos
más de 900 matriculados en nuestros centros de
Barcelona, Amposta, Madrid y Valencia”.
Tanto la Fundación como la Asociación APTN-COFENAT, abogan por
la regulación de estos estudios universitarios
como sucede en otros países como Alemania, Inglaterra o Australia. “Es un tema
que urge porque la sociedad lo pide y en el mercado te puedes encontrar con
gente cualificada y preparada y otra que no lo está”, explica.
Por otra parte el doctor Llopis también habla de la posible
identificación que se puede hacer entre la medicina china y los masajes
en la calle y asegura que no es nada buena esta imagen porque
se relega esta medicina a un estatus de tercera.
“Nosotros lo que queremos es que el que ejerza esta medicina sea
profesional, riguroso y serio y para ello necesita una buena formación que
finalmente repercutirá en el usuario”, apunta.
Fuente: EFE
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