19 de diciembre de 2012

AURICULOTERAPIA.



La auriculoterapia es el método para diagnosticar y tratar el cuerpo humano mediante el pabellón auricular. Presenta como característica principal la sencillez de su aplicación contrastada con la eficacia de sus resultados. Además ofrece un abanico de posibilidades terapéuticas muy amplio.

La auriculoterapia es un método de tratamiento dentro de la Medicina China. En ocasiones, la auriculoterapia es, por sí sola, el único tratamiento aplicado; pero, habitualmente, es un complemento muy útil de cualquiera de los métodos terapéuticos de Medicina China.


En el pabellón auricular se refleja una imagen que podría equipararse a la de un feto in utero. El feto está orientado con la cabeza hacia abajo, a nivel de su lóbulo, mientras que el resto de puntos se hallan situados a lo largo del pabellón auricular encajando en la oreja como un feto en miniatura.

La existencia de un punto reflejo para cada zona corporal sólo puede ponerse de manifiesto en un sujeto enfermo. Sólo cuando una región corporal pierde su equilibrio fisiológico pueden detectarse en la oreja puntos alterados. Incluso en enfermedades prolongadas, dentro de su respectiva área aparecen a veces rojeces o formación de escamas.

El hecho de que los puntos auriculares sólo existan en situaciones de alteración patológica es la clave para poder ser utilizado como diagnóstico.

La detección de los puntos auriculares es lo que permite poder estimularlos por medios diversos para volver a equilibrar el organismo.

La auriculoterapia está indicada en un sinfín de alteraciones, aunque en Occidente se ha hecho famosa por controlar el exceso de apetito y para reducir el síndrome de adicción al tabaco.

Ventajas

Ø  Pueden tratarse enfermedades agudas y crónicas.
Ø  Es un método de diagnóstico y tratamiento.
Ø  En patologías mal definidas podemos establecer el diagnóstico topográfico, aunque no el etiológico.
Ø  Es de aprendizaje y práctica fácil.
Ø  Tiene rápidos resultados.
Ø  Pueden utilizarse estímulos semipermanentes.


Un buen diagnóstico es la mitad del tratamiento, conocer la causa de la enfermedad es fundamental para obtener resultados terapéuticos exitosos. Por ejemplo, no tiene ningún sentido, tratar un paciente que tiene cefalea occipital sólo con el punto de acción local sobre el occipucio. Esto solamente produciría un alivio mínimo y durante un periodo muy corto. Por ejemplo, si es la tensión nerviosa la razón del dolor, es lógico pinchar un punto para equilibrar la tensión nerviosa. La determinación de una combinación de puntos debe ser individualizada. Aunque existan fórmulas típicas, no debemos olvidar que no existen enfermedades sino enfermos.

Por el Dr. Morales del Río, Presidente de la sección de médicos acupuntores del Colegio Oficial de Médicos de Lérida + info

12 de diciembre de 2012

Medicina china, más que agujas.



La acupuntura es una de sus técnicas más conocidas. Su eficacia está avalada por la Organización Mundial de la Salud en numerosas enfermedades y dolencias, pero, ¿ha oído hablar de la moxibustión, el Tui Na o el Chi Kung? Conoce la otra cara de esta medicina milenaria.



EPA/ How Hwee Young

La acupuntura es la especialidad de la medicina tradicional china que más ha impactado en Occidente; de hecho la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su informe “Acupuntura: Revisión y análisis de informes sobre ensayos clínicos controlados”, recoge todos aquellos síntomas y afecciones en las que ha sido probada su eficacia.
Sin embargo, la medicina china es algo más que agujas.
La fitoterapia, el Tui Na, la regulación de los hábitos dietéticos, prácticas de Chi Kung o la moxibustión son otras ramas de una medicina considerada como terapia alternativa pero que tiene más de 4.000 años de existencia.
La medicina tradicional china se basa según el doctor Carlos Llopis, secretario de la Fundación Europea de Medicina China, en regular energías internas que hay en el cuerpo buscando un equilibrio entre el individuo y el exterior.
El doctor en farmacia Carlos Llopis cuenta a EFEsalud en que consiste cada una de las técnicas que forman la medicina tradicional china:
Fitoterapia. Consiste en el uso de plantas medicinales para conseguir una regulación del cuerpo o de las partes que se encuentran alteradas. La diferencia con la fitoterapia occidental es que no solo son importantes sus principios activos si no que también se tiene en cuenta por ejemplo el sabor y las reacciones determinadas que tiene este en el organismo.
 “Los ingredientes principales son plantas medicinales, aunque antiguamente también se utilizaban otros elementos como partes de animales o minerales como el yeso y el talco”, añade Llopis.
Tui Na. Son terapias manuales que buscan la acción en determinados puntos energéticos. Su aplicación tiene numerosos beneficios para la circulación sanguínea, los músculos o las articulaciones pero también para problemas internos como la eneuresis infantil, para ayudar a controlar la perdida de orina involuntaria.
El Chi Kung o Qi Gong es la realización de movimientos muy pausados en el que el objetivo final es mejorar la circulación energética trabajando con cuerpo, mente y respiración. La gran ventaja que ofrece es que lo pueden realizar tanto personas de avanzada edad como jóvenes porque no supone un gran esfuerzo al practicante y ayuda a mantener lubricadas todas las articulaciones.
Acupuntura. Consiste en la inserción de unas finas agujas en ciertos puntos claves de unos canales que recorren el cuerpo y que regulan el equilibrio energético del organismo.
Moxibustión. Actúa en estos mismos puntos pero aplicando calor local mediante puros de artemisia y ventosas. La moxa suele venir preparada y triturada para que se puede hacer una masa y aplicarla en una aguja acupuntural o bien en puros de moxa, que se acercan a la piel, sin producir prácticamente ceniza.


EFE/ Mark.
 
El doctor Carlos Llopis afirma que el perfil del usuario de esta medicina ha evolucionado en las últimas décadas. “Hace veinte años la persona que buscaba esta medicina lo hacía como última opción, pero ahora la población la busca directamente, bien porque ha oído hablar a algún familiar o amigo sobre ella o porque se ha informado personalmente”, asegura.
En cuanto a la formación, las cosas han cambiado. La Fundación Europea de Medicina Tradicional China lleva veintitrés años trabajando en la difusión, docencia, investigación y defensa de la práctica de la medicina china en España y Europa, con el aval de numerosas instituciones y universidades de medicina china.
Llopis comenta que empezaron con cursos en colaboración con la Universidad de Beijing y Yunan con 15 alumnos; “en la actualidad tenemos más de 900 matriculados en nuestros centros de Barcelona, Amposta, Madrid y Valencia”.
Tanto la Fundación como la Asociación APTN-COFENAT, abogan por la regulación de estos estudios universitarios como sucede en otros países como Alemania, Inglaterra o Australia. “Es un tema que urge porque la sociedad lo pide y en el mercado te puedes encontrar con gente cualificada y preparada y otra que no lo está”, explica.
Por otra parte el doctor Llopis también habla de la posible identificación que se puede hacer entre la medicina china y los masajes en la calle y asegura que no es nada buena esta imagen porque se relega esta medicina a un estatus de tercera.
“Nosotros lo que queremos es que el que ejerza esta medicina sea profesional, riguroso y serio y para ello necesita una buena formación que finalmente repercutirá en el usuario”, apunta.

Fuente: EFE


5 de diciembre de 2012

LAS EMOCIONES QUE ENFERMAN.

Los seres humanos somos seres conscientes y emocionales. Las emociones forman parte de nuestra vida, rigen nuestras acciones, influyen en nuestro estado psíquico y somático, y muchas veces determinan el éxito o fracaso de las acciones, de un trabajo o incluso de un proyecto de vida.
La Medicina Tradicional China (MTC), basada en una visión holística del ser humano, explica que todo ser vivo está compuesto por una parte física y otra parte emocional o espiritual. Al igual que las personas tienen su cuerpo físico y también su carácter y temperamento, cada órgano interno representa una emoción diferente, y en su conjunto se manifiestan en lo que es la personalidad de cada individuo.
Por ejemplo, el Pulmón es un órgano donde confluye toda la energía del cuerpo, y su característica emocional es el carisma. Una persona con el Pulmón lleno de energía es una persona carismática, desprende energía, tienen los pechos sacados y una voz de habla firme, contundente y clara. Sin embargo, la emoción patológica del Pulmón es la tristeza y melancolía. Una persona con el Pulmón pachucho, tiende a tener los pechos escondidos entre los hombros, su voz de habla es floja y sin fondo y suspira frecuentemente. Precisamente el suspiro es un mecanismo de autodefensa del Pulmón que nos avisa de que se está encontrando en baja energía, que es cuando está más propenso a contraer enfermedades.
El Corazón, considerado como el “palacio del espíritu” en la medicina china, es el primero en percibir todas las emociones, pero concretamente, la que le caracteriza es la alegría. La alegría armoniza el Corazón y su antónimo es la exultación, la cual dispersa al espíritu que reside en él. ¿Cuántas veces habremos visto que el exceso de alegría desemboca en un infarto de miocardio?
La emoción del Hígado es el enfado. El enfado no es algo negativo, simplemente es uno de los estados emocionales que todos experimentamos. Pero su exceso, la furia o la ira, irrita al Corazón, el cual bombea sangre almacenada en el Hígado hacia arriba, reflejado en un rostro rojo. Pero si el enfado sigue subiendo, llegaría al cerebro, y podría provocar una hipertensión o incluso hemorragia cerebral. Para la medicina china, la mejor manera de resolver el enfado es manifestarlo a través de comunicación verbal, dándole así una salida a esa “subida de tono”. Tampoco es bueno reprimir el enfado, si uno aparenta estar tranquilo por fuera pero reprime su enfado adentro, éste se convierte en rencor, una energía patológica que bloquea al Hígado. El nombre en chino de la cirrosis se traduce como “congestión hepática”, y suele ser fruto del cúmulo de años de enfado contenido.
Esa energía bloqueada en el Hígado tiende a buscar una salida a través del conducto biliar hacia el Bazo-estomago. La furia no manifestada del Hígado fácilmente provocaría un proceso cólico o una gastritis aguda. El rencor, el exceso de trabajo intelectual, la preocupación, el nerviosismo interno y el estrés prolongado son los orígenes más comunes de los malestares del estomago. En una sociedad actual de constante estrés y de exigencias, a caso ¿es casualidad que tanta gente sufra alteraciones crónicas del sistema digestivo?
El Riñón es el órgano que representa la energía ancestral de la persona, es la energía más profunda y esencial que poseemos, y en las emociones representa el aguante, la constancia y la precaución. La energía del Riñón es comparable con el agua, gotas y gotas de agua cayendo de manera constante son capaces de atravesar una dura roca. El agua es flexible y moldeable, se adapta a cualquier terreno con el fin de llegar a su meta, el mar, pero al mismo tiempo es persistente y poderosa, capaz de crear grandes caudales inimaginables. Pues esta es la actitud que debemos de tomar ante las circunstancias y dificultades que se nos cruzan en la vida. El desequilibrio de la energía de Riñón se manifiesta en actitudes de poca constancia y tolerancia, el miedo, el pánico, las pesadillas y desequilibrios psicológicos. Estos últimos son expresados gráficamente en la medicina china como “el agua del Riñón incapaz de controlar el fuego de Corazón, el espíritu residente se descontrola”.
Después de todo esto, la medicina china nos confirma que todas las enfermedades tienen un origen emocional. El desequilibrio de un órgano se manifiesta en una emoción resaltada, y ese desequilibrio nos hace más propensos a contraer cualquier tipo de enfermedades, o lo que es lo mismo, energías patógenas o perversas para la MTC.
Estar en salud equivale a estar en una búsqueda constante de equilibrio. A menudo, instintivamente nos decantamos por un color de ropa a llevar, un sabor a comer, una salida de la rutina o una película de algún género determinado, todo esto es señal de autorregulación del organismo. 

Por Víctor Liu - La Gran Época